La quinta edición de la Conferencia de París concluyó hoy tras dos días de debates y disertaciones con oradores internacionales para abordar multilateral y estratégicamente la consigna de “Un Mundo en Transición“.
En el panel “La Revolución de la Energía Limpia: ¿Qué nos espera?“, participaron cinco oradores: el presidente de Integra Capital y accionista en Edenor, Grupo América y El Cronista, José Luis Manzano; el vicepresidente ejecutivo de ENGIE, Didier Holleaux; y la vicepresidenta senior de Estrategia Corporativa de Schneider Electric, Gwenaelle Avice-Huet, lo hicieron presencialmente.
El panel abordó cuestiones como la nueva revolución energética; las fuentes de energía renovable más auspiciosas de acá a 40 años. Y la pregunta del millón: ¿cómo podemos llegar a un punto en el que podremos ser 100% renovables?
Consultado por el rol de Integra Capital en el valor del cambio energético y por qué la revolución energética es importante para la empresa, Manzano explicó que “nosotros empezamos como inversores diversificados alrededor del año 2002, en 2006 nos pasamos al petróleo y el gas, y en 2008 descubrimos que nos enfrentábamos a un gran desafío”.
“Así que empezamos a mover el barco, ver cómo podíamos desempeñar un papel ahí, y empezamos una cooperación con el (estadounidense ex) vicepresidente Al Gore, lo trajimos para difundir las noticias en América Latina de que las cosas no iban en la dirección correcta”.
“Así que tratamos de encontrar para nosotros un rol de catalizadores de accionistas” y teniendo en cuenta que “la transición energética es un omelette y necesitará romper un huevo”, “tratamos de traer los huevos al omelette. Tratamos de traer los materiales críticos, litio, cobre, tierras raras, oro -el oro no es sólo para la joyería, es para los semiconductores-. Intentamos actuar como un catalizador”.
En vistas de que Edenor es la mayor distribuidora eléctrica del país, “somos los principales consumidores de electricidad en Argentina y le decimos a la gente que hay que tomar muchas decisiones que no son ‘cool'” y explicó cómo sería la mezcla de fuentes energéticas hacia el futuro.
“La mezcla tal vez mantenga el gas natural. Creo que tendrá que tener energía nuclear. La mezcla tendrá mucha energía solar y eólica e hidrogénica, será mejor que la actual, pero no será tan ´cool´ como la gente piensa. Será un futuro menos soñado”, vaticinó.
“América Latina contribuye con una parte muy pequeña de la emisión de dióxido de carbono y puede contribuir con una gran parte de la solución, por los materiales críticos, por la selva, pero al mismo tiempo hay una población en crecimiento con demandas que se atendieron a la vieja usanza”.
“Por ejemplo, tenemos la mayor empresa de electricidad en Argentina, pero ¿cuántos techos de paneles solares hay? Casi cero. ¿Cuántos cargadores de vehículos eléctricos hay, tal vez 50, 150? En una población de 40 millones de personas”.
Y apuntó que en América Latina y África “no se trata de reconstruir, sino de construir, hay un montón de cosas que no están hechas”. Por lo cual, si en estas latitudes se introducen los “conceptos de eficiencia energética y fuentes descarbonizadas, tal vez se pueda hacer bien y para ello, la clave será el dinero: la zanahoria y el palo. Son las dos cosas”.
Fuente: El Cronista